lunes, 12 de octubre de 2009

LOS SABERES DE MIS ESTUDIANTES:

¿Qué podría enseñar a otros compañeros? Y
COMO UTILIZO EL INTERNET

Le enseñaría la importancia del internet, jugar, chatear, enviar correos, escuchar música, buscar información para tareas.

Utilizar el programa ARES, podrían enseñarse unos a otros a elaborar páginas web pequeñas, también lo utilizan para conocer nuevos mundos y adquirir conocimientos sobre temas diversos, por ejemplo arqueología; podrían enseñar a otros compañeros a comunicarse en la red, para ver videos, bajar imágenes, platicar en mesinger, revisar correo, o enseñar a entrar a algunas páginas, elaborar mapas con ayuda de la red. Otra sería el envío de tareas por correo electrónico adjuntando archivos, otro modo de utilizar la red es explorar enlazando con otros países, ver noticias, búsqueda de tiendas departamentales y productos en venta, etc. Todo eso es lo que podrían transmitirse entre ellos. Algunos, muy pocos confiesan que les gusta actuar como jackers, para obtener información confidencial o aventar virus a otras computadoras, jugar en línea contra personas de otras entidades o países.

LA AVENTURA DE SER DOCENTE.

El autor afirma que se aprende a ser profesor por ensayo y por error y en el camino deben sortearse distintas dificultades, como elaborar tu propia identidad profesional, técnicas para ser un buen interlocutor, resolver el problema de la disciplina y adaptar los contenidos al nivel de conocimiento del alumnado.
La enseñanza, dice es una profesión ambivalente. En ella te puedes aburrir soberanamente, y vivir cada clase con una profunda frustración o por el contrario puedes estar a gusto y disfrutar el ir descubriendo en cada clase, lo que hacen tus alumnos.
Explica haber iniciado su enseñanza con altas dosis de ansiedad; quizás entre varia razones es en cuanto a que un alumno le hiciera preguntas comprometidas, otra perder un folio de sus apuntes y no poder seguir la clase. Con el paso del tiempo, logró corregir errores apuntalando lo positivo, pudeo abandonar las apariencias y ganarse la libertad.
El pensar y sentir lo describe como el camino y la meta encontrados a partir de una necrológica de Giner de los Ríos, leída por azar en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza: el que pensaba escribiendo como pensaba hablando, pensaba viviendo, que era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir. Miguel de Unamuno y su preocupación por enlazar pensamiento y sentimiento, afirma que nunca encontró una mejor definición del magisterio. Así pues continúa su narrativa: cada día, antes de explicar un tema, necesito preguntarme qué sentido tiene el que yo me ponga ante un grupo de alumnos para hablar de esos contenidos, qué les voy a aportar, qué espero conseguir. Y luego, cómo enganchar lo que ellos saben, lo que han vivido, lo que les puede preocupar, con los nuevos contenidos que voy a introducir y concluye en que no hay mejor regalo de los dioses que encontrar un maestro.
Para ayudar a otros a recorrer el mismo camino, habla del proceso intermedio, e, inevitablemente, de las dificultades a sortear.
El primer problema consiste es elaborar tu propia identidad profesional, descubrir en qué consiste ser profesor aquí aparecen los primeros problemas, porque hay docentes que no aceptan el trabajo de ser profesor.
En cuanto al aprendizaje por ensayo y error, uno de los peores caminos es el de querer responder al retrato robot del “profesor ideal”; quienes lo intentan descubren la ansiedad de comparar, cada día, las limitaciones de una persona de carne y hueso con el fantasma etéreo de un estereotipo ideal, recomienda ser práctico. Otro problema a solucionar para ganarse la libertad hace referencia a nuestro papel de interlocutor, un profesor es un comunicador, es un intermediario entre la ciencia y los alumnos, que necesita dominar las técnicas básicas de la comunicación.
El problema no consiste sólo en presentar correctamente nuestros contenidos, sino también en saber escuchar, en saber preguntar y en distinguir claramente el momento en que debemos abandonar la escena. Para ello hay que dominar los códigos y los canales de comunicación, verbales, gestuales y audiovisuales; hay que saber distinguir los distintos climas que crean en el grupo de clase los distintos tonos de voz que el profesor puede usar: un tono grave y pausado induce al grupo a la reflexión, mientras que si queremos animar un debate debemos subir algo el tono de voz... etc.
Entonces debe principalmente haber una constante actitud de autocrítica para depurar nuestro propio estilo docente, para conseguir ser dueños de nuestra forma de estar en clase, conseguimos comunicar lo que exactamente queremos decir, y logramos mantener una corriente de empatía con nuestros alumnos.
Un obstáculo serio a superar, quizás el que genera en los novatos la mayor ansiedad, es el problema de la disciplina, el profesor tiene que encontrar una forma de organizar a la clase para que trabaje con un orden productivo. Y, en cuanto comienza a hacerlo, descubre que esto tampoco se lo han enseñado y debe coordinar el buen funcionamiento del grupo sobre la marcha.
Tiene que definir funciones, delimitar responsabilidades, discutir y negociar los sistemas de trabajo y de evaluación hasta conseguir que el grupo trabaje como tal. Y esto requiere una atención especial, a la que también hay que dedicar un cierto tiempo, el razonamiento y el diálogo son las mejores armas, junto con el convencimiento de que los alumnos no son enemigos de quienes tienes que defenderte, los alumnos saben descubrir muy bien cuáles son los límites.

¿Que relación guarda el incomodidad docente con nuestra historia personal y que hacemos para combatirlo?

MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA.

Mi participación con respecto a la incomodidad docente que me inquieta y un poco retomando uno de los muchos comentario en el sentido de, si logramos salvar los errores podemos encontrar la libertad y la alegría de sentirnos útiles en esta noble profesión; de lo que creo que, para llegar a ello, igualmente es importante establecer una homeostasis entre lo que nos incomoda y la búsqueda del éxito, a continuación doy mi punto de vista.

A partir de las reflexiones que he leído de casi todos los compañeros del grupo, he retroalimentado algunos de los comentarios que vierto a cerca del tema que nos ocupa; otros comentarios son derivados de un malestar personal, que de alguna manera me han formado y llevado a asimilar estos pesares con paciencia.

Estoy convencido de que somos coparticipes del mismo dolor, nos aquejan los mismos contratiempos, solo alguien que ha pasado por la actividad de ser docente puede comprender a otro profesor.

Es cierto nadie nos da un manual de como ser profesor y las dificultades a las que nos vamos a enfrentar, tampoco contemos con elementos y materiales suficientes para apoyar nuestra labor es una lamentable realidad, y mas que por otra cosa la realizamos por convicción personal, por autosatisfacción, como ustedes bien dicen.

Como yo lo percibo la educación en nuestro medio no a sido vista como algo preponderante, es decir no se le ha dado el valor o el lugar que merece, tal vez se debe a que estamos inmersos en una burocracia añeja y obsoleta, burocracia de quienes decidieron en su tiempo las condiciones en que los docentes tenemos que trabajar casi siempre contra corriente.

Me refiero a que no se han creado aún las condiciones laborables bastantes como en países desarrollados en los que el profesor es apoyado, mayormente recompensado tanto económica como moralmente, es decir hay un reconocimiento hacia él por lo que representa en el contexto social, cultural, de desarrollo económico y todo lo que se nos pueda ocurrir. De ahí la falta de planeación para lanzar a nuestros nuevos profesores con la información indispensable que les permita iniciarse en este campo y no que lo tengan que hacer sobre la marcha, aprendiendo de sus errores y ganándole tiempo a su misma integración al costo que sea: a través de: la capacitación permanente, la investigación o valiéndose de cualquier otro medio a su alcance, siempre de prisa por que la educación no espera.

Aunque como casi todos ustedes, según me percato ya pasaron por ello, sin dejar de lado las carencias cotidianas (falta de infraestructura, poca inversión al rubro de la educación y una lista interminable) no soy la excepción por lo que sigo intentando los medios a mi alcance, que ya mencioné, para combatir las incomodidades que me van surgiendo y conformando de alguna manera mí historia personal.

Una felicitación al grupo por sus reflexiones.

2 comentarios:

  1. Buenas tardes profesor:
    Al igual que sus alumnos, los míos utilizan el internet de manera que les ayuda a encontrar información importante, así como para contactarse con su amigos, profesores y conocidos por medio del correo electrónico.
    Creo que hoy en día el uso de internet es indispesable para todos, ya que por medio de el se realizan investigaciones, compras, se puede comunicar con otras personas etc., logarando así obtener grandes beneficios para los alumnos.
    Saludos

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  2. Hola Maestro Fernando:
    En el diagnóstico llevado a cabo a nuestros alumnos referente al uso del internet, tenemos que una gran mayoria lo usa como reservorio y otro tanto como espacio social sólo para chatear y no más, es entonces donde surge el que tengamos que compartir los saberes con ellos y hacer hincapié que este medio nos es más útil si creamos, producimos y compartimos conocimientos y luego en segundo plano que lo utilicen para chatear, jugar y todo lo que ellos hacen pero en un segundo término.
    Saludos.

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